Artículo y fotografías de Martín Sánchez Franco.
Sí, amigos y amigas. Por la brillantez de la Coronación Canónica, para que sobre las cabezas de nuestras sagradas imágenes brillen con mayor intensidad, con mayor belleza, las coronas de oro, solicito que la Virgen vaya adornada con su ráfaga de plata, por el bellísimo contraste del oro sobre la plata.
Esta ráfaga nos la hizo el orfebre Don Manuel de los Ríos en 1995 siguiendo el modelo de las coronas de oro. Podéis ver su estudio, así como el de la tradicional sobredorada, en mi artículo “Relaciones de las ráfagas de la Virgen de la Estrella de Chucena (Huelva) con las coronas de la coronación canónica y el retablo mayor de su templo”, publicado en La Hornacina: http://www.lahornacina.com/articuloschucena10.htm
Os pido que, antes de seguir leyendo este artículo, veáis el de La Hornacina porque en él encontramos las explicaciones artísticas convenientes.
Desde que se hizo la ráfaga de plata, a juego con las coronas de oro, apenas la hemos visto al lado de éstas. Pero la imagen habitual con la ráfaga sobredorada es estática. En el momento de la Coronación la imagen va a ser dinámica: vamos a ver unas coronas de oro que el Sr. Obispo de nuestra Diócesis, Don José Vilaplana Blasco, coloca sobre las cabezas de nuestras sagradas imágenes: el Niño Jesús y la Virgen de la Estrella. Para ese momento único e histórico que nos quedará grabado en nuestra sensibilidad perceptiva y emocional, tenemos dos opciones. ¿Cuál usar? ¿La ráfaga sobredorada que “mata” el brillo de las coronas de oro o, por el contrario, la ráfaga de plata que, por el bellísimo contraste con el oro, hará brillar a las coronas con mayor intensidad?
En el artículo publicado en La Hornacina podéis ver a la Virgen con su ráfaga de plata, a juego con las coronas de oro, en unas fotografías del 17 de agosto de 1996, cuando era Eduardo Bermúdez Cobos el hermano mayor y cuando también estrenó bordado un nuevo manto rojo. Este artículo que estáis leyendo viene ilustrado por fotografías del día del besamanos de 1995, en que todavía no habíamos elaborado la medialuna. La que veis es la de la Virgen del Rosario, que usamos entonces y que también restauramos después, en ese mismo 1995. El juego completo lo estrenó la Virgen el día de la Inmaculada, el 8 de diciembre de 1995.
La ráfaga sobredorada se hizo probablemente en el siglo XIX a juego con la única corona que tenía la Virgen, que también era sobredorada. Pero desde 1944, en que las hermanas Vicenta y Remedios Gutiérrez Marín regalaron a la Virgen las coronas con que nuestras sagradas imágenes van a ser coronadas, no tiene sentido una ráfaga sobredorada. Os podría poner ejemplos de imágenes de gran devoción y de valía artística, como las que tienen la Santísima Virgen de la Estrella y el Niño Jesús que lleva en sus brazos, con ráfagas con su brillo de plata resaltando el del oro de la/s corona/s. No las conozco con ráfaga sobredorada porque ésta “mata” el brillo del oro.
Porque la ráfaga de plata, que ha realizado el orfebre Don Manuel de los Ríos siguiendo el modelo de las coronas de oro, es el mejor complemento de éstas; porque lo es también por conservar el brillo natural de la plata, que da el mayor realce al del oro, solicito que adorne a la Virgen en el momento de su Coronación Canónica.
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